El problema de romperse es que se corre el riesgo de nunca volver a quedar igual. Aunque, pensándolo bien, a veces no volver a quedar igual es lo mejor que podría pasar. Entonces se tienen dos alternativas cuando nos rompemos, (supongo que se deben tener muchas más), pero hoy quiero escribir de dos. La primeraSigue leyendo «El arte de romperse»